Las tres escalas de temperatura más usadas en la actualidad son Celsius (ºC), Fahrenheit (ºF) y Kelvin (K).
- La escala Celsius está basada en los cambios de estado del agua. El punto de congelación del agua se marca con 0 ºC y el punto de ebullición se mide como 100 ºC. Es la escala más utilizada en el mundo en entornos cotidianos. Se recoge en el Sistema Internacional de Unidades, por lo que se emplea en contextos científicos, aunque en la mayoría de los casos se exige el uso de los grados Kelvin. Los grados Celsius son también llamados grados centígrados en la cultura popular porque, desde sus orígenes, se entendía la escala como una división de cien partes de los dos momentos en los que el agua iba de la fusión a la ebullición, aunque el término centígrados se desaconseja a partir de la publicación de la Escala Internacional Práctica de Temperatura.
- La escala Fahrenheit se publicó antes que la Celsius y, aunque tuvo gran éxito al principio por los termómetros de mercurio que su propio creador desarrolló, no logró extenderse de forma universal. Hoy en día su uso se reduce a unos pocos países angloparlantes, entre los que destaca principalmente Estados Unidos. La caída de su popularidad se debe, sobre todo, a que la escala Fahrenheit no se basó en puntos de referencia fijos de fenómenos de la naturaleza, sino en otros un tanto más arbitrarios: el punto más frío que consiguió recrear su inventor con una disolución de hielo, agua y cloruro de amonio, que definió como el grado cero de su escala, y la temperatura corporal de su mujer, que entendía como la temperatura de una persona normal. Los intervalos entre el punto de congelación (32 ºF) y ebullición del agua (212 ºF) en la escala se dividen en 180 grados.
- La escala Kelvin es la escala utilizada comúnmente en física y química. Es una escala absoluta; es decir, que su punto cero es el cero absoluto, o la temperatura teórica más fría posible en el universo, en la que todas las moléculas de cualquier sustancia dejarían de vibrar. Las temperaturas en la escala Kelvin no se expresan en grados, sino en kelvin como unidad de medida. Esta escala también es centígrada; es decir, que se divide en intervalos de 100 partes iguales. Las temperaturas en kelvin de los puntos de ebullición y fusión del agua son 373,16 K y 273,15 K, respectivamente.